domingo, 1 de octubre de 2017

Los extremos no son buenos

El trastorno bipolar, también conocido como enfermedad maniaco-depresiva, es un trastorno en el cerebro que causa cambios poco comunes en el ánimo, energía y desempeño de una persona. A diferencia de los altibajos por los que todas las personas pasan, los síntomas del trastorno bipolar son graves. Pueden resultar en relaciones dañadas, desempeño pobre en el trabajo y escuela e incluso suicidio. Sin embargo, existen buenas noticias: el trastorno bipolar puede ser tratado, y las personas con esta enfermedad pueden llevar vidas plenas y productivas.
El trastorno bipolar por lo general se desarrolla tarde en la adolescencia o en la adultez temprana. Sin embargo, algunas personas sufren sus primeros síntomas en la niñez, y algunos la desarrollan más tarde. Por lo general no es reconocida como enfermedad, y las personas que la padecen pueden sufrir por años antes de que sea diagnosticada y tratada. Así como la diabetes o la enfermedad del corazón, el trastorno bipolar es una enfermedad a largo plazo que debe manejarse con cuidado durante toda la vida de la persona.
¿Cuáles son algunos síntomas del trastorno bipolar?
El trastorno bipolar causa cambios de humor dramáticos desde muy feliz y/o irritado hasta triste y desesperanzado, y viceversa, con frecuencia con periodos de humor normal entre cada uno. Cambios severos en la energía y conducta van de la mano con los cambios de humor. A los periodos de altas y bajas se les llama episodios de manía y depresión.
Las señales y síntomas de manía (o episodio maniaco) incluyen:
  • Aumento de energía, actividad e inquietud.
  • Demasiado feliz, con humor muy bueno y eufórico
  • Irritabilidad extrema
  • Hablar y pensar muy rápido, saltar de una idea a otra.
  • Distracción, no poder concentrarse bien
  • Poca necesidad de dormir
  • Creencias poco realistas de habilidades y poderes
  • Mal juicio
  • Gastar dinero a lo loco
  • Un periodo duradero de una conducta que es diferente a la normal
  • Incremento en el impulso sexual
  • Abuso de drogas, en particular cocaína, alcohol y medicamentos para dormir
  • Conducta provocativa, impertinente o agresiva
  • Negar que algo anda mal
Se diagnostica un episodio maniaco si el humor elevado ocurre con 3 o más de los otros síntomas la mayor parte del día, casi todos los días por 1 semana o más. Si el humor es irritado, deben estar presentes 4 síntomas.
Las señales y síntomas de la depresión (o episodio maniaco) incluyen:
  • Humor triste, ansioso o vacío duradero
  • Sentimiento de desesperanza o pesimismo
  • Sentimiento de culpa, de no valer nada o impotencia
  • Pérdida de interés o placer en actividades que alguna vez disfrutó,
    incluyendo el sexo
  • Disminución de la energía, un sentimiento de fatiga o de estar “lento”
  • Dificultad para concentrarse, recordar, tomar decisiones
  • Intranquilidad o irritabilidad
  • Dormir demasiado o no poder dormir
  • Cambios en el apetito y/o pérdida o aumento de peso involuntario
  • Dolor crónico u otros síntomas persistentes en el cuerpo que no son causados
    por enfermedad o una lesión física
  • Pensamientos de muerte o suicidio, o intentos de suicidio
Se diagnostica un episodio depresivo si 5 o más de estos síntomas duran la mayor parte del día, casi todos los días por un periodo de 2 semanas o más.
Un nivel leve o moderado de manía se llama hipomanía “La hipomanía” puede sentirse bien para la persona que la experimenta y puede estar asociada con el buen desempeño y productividad. Debido a esto cuando los familiares y amigos aprenden a reconocer los cambios de humor como un posible trastorno bipolar, la persona puede negar que algo anda mal. Sin embargo, sin el tratamiento adecuado, la hipomanía puede convertirse en una manía grave o volverse depresión en algunas personas.
A veces, los episodios graves de manía o depresión incluyen síntomas de psicosis (o síntomas psicóticos). Los síntomas psicóticos comunes son alucinaciones (oído, vista, u otras sensaciones de la presencia de cosas que en realidad no están ahí) y falsas ilusiones (creencias falsas y fuertes no influenciadas por razonamiento lógico o explicadas por los conceptos culturales normales de una persona). Los síntomas psicóticos en el trastorno bipolar tienden a reflejar el estado de humor extremo de ese momento. Por ejemplo, delirios de grandeza, como creer que uno es el presidente o que se tienen poderes especiales o riqueza excepcional, pueden ocurrir durante la manía; las ideas de culpa o de no valer nada, como creer que uno está arruinado y sin un centavo o que ha cometido un crimen terrible, pueden aparecer durante la depresión. A las personas con trastorno bipolar que sufren estos síntomas a veces por error se les diagnostica esquizofrenia, otra grave enfermedad mental.
Puede ser de ayuda pensar en los varios estados de humor del trastorno bipolar como una gama o rango continuo. En un extremo tenemos la depresión grave, luego sigue la depresión moderada y después humor ligeramente bajo, al que muchas personas pueden llamar melancolía cuando dura poco tiempo, pero que se llama “distimia” cuando duran mucho tiempo. Después está el humor normal o balanceado, seguido por la hipomanía (manía leve o moderada), y luego manía grave.
Sin embargo, en algunas personas, los síntomas de manía y depresión pueden presentarse juntas y a esto se le llama estado bipolar mezclado. Los síntomas de un estado mezclado muchas veces incluyen agitación, problemas para dormir, cambios importantes en el apetito, psicosis, y pensamientos suicidas. Una persona puede tener un humor muy triste y desesperado y al mismo tiempo sentirse con mucha energía.
El trastorno bipolar puede parecer otro problema diferente de la enfermedad mental, por ejemplo, abuso de alcohol o drogas, pobre desempeño escolar y laboral, o relaciones interpersonales tensas. Dichos problemas en realidad pueden ser señales de un trastorno de humor subyacente.
fuente: Magellan Health

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David Vallejo (Budokan Sevilla Dojo) www.budokansevilla.com